Esclavos Modernos: Trabajadores de la Industria de Carnes


Read original report by Peggy Lowe from NPR (National Public Radio) here

“Vegetarianismo es justicia” dice un lema de los vegetarianos, pues lo que uno escoje para comer puede hacele mucho daño a algo o a alguien…. Peggy Lowe reporta como los trabajadores de la industria de carnes son explotados. Aquí un resumen:

Teresa una migrante Mexicana, ha trabajado en una planta de cerdos de Nebraska desde el 2011. Oculta su apellido por temor a represalias a su familia que aun trabaja allí…La linea por donde pasan los cerdos para ser evicerados es veloz..y los trabajadores son forzados a llevar la misma velocidad. Teresa embolsaba partes, de 3 a 5 kilos de jamón a una velocidad de 50 jamones por minuto. Esa velocidad alimenta a los carnívoros que consumen unos 100 kilos de carnes al año en Estados Unidos y que deja a Teresa y a muchos otros trabajadores con desórdenes en los músculos, en los tendones, en los ligamentos y nervios, con fuertes dolores por la inflamación y sin trabajo a temprana edad.

Pero la paga es buena $11.50 dólares la hora, 12 horas diarias, 7 días a la semana. Teresa fue premiada 4 veces como la “empleada del mes”. Pero sus patrones la trataban mal “A ellos solo les importa producir, no les importa la gente” dijo. La eficiencia repetitiva de Teresa le ha causado osteofitos en el hombro, ha tenido que operarse ya no puede trabajar víctima de una degeneración osea.

Según datos del 2014 de OSHA (siglas en inglés de la Administracion de Salud y Seguridad Ocupacional), las lesiones por movimientos repetitivos en el trabajo son siete veces mayores entre trabajadores de la industria de cerdos y vacas que en ninguna otra industria. Un reporte de una planta de carnes en Maryland dice que un 76% de sus trabajadores tienen ya problemas musculares u oseos por lo menos en una de sus manos. El gobierno no lleva un record, “es el modelo de negocio de esta industria sacrificar la seguridad de sus trabajadores por las ganancias” dijo Debbie Berkowitz, ex directivo de OSHA y hoy dirigente de La Ley Nacional de Empleo.

NAMI (siglas en inglés de la asociación de comerciantes de carnes o Insituto Americano de Carnes) dice que esto es un mito, que los estándares ergonómicos son buenos, que los accidentes han disminuido. Pero es que a veces ni se reportan. Dan McCaousland director del Departamento de Recursos Humanos y Seguridad Laboral de NAMI dice que la velocidad con que se opera no tiene que ver con que la empresa pretenda ahorrar…

Pero los trabajadores y el hecho de que constantemente los cambien dice lo contrario. “Los supervisores nos gritan, nos tratan como animales”. No se pueden quejar, no hablan inglés…la compañía pone guardianes en la puerta por si llega un inspector de OSHA para desacelerar la linea….

OSHA dice que monitorea la seguridad del trabajador pero que no tiene ingerencia en la velocidad del trabajo, ni siquiera porque un abogado de Iowa Marc Linder hizo un pedido al respecto en 1995. Igual se ha negado a un pedido de grupos por derechos a los trabajadores de bajar el standard de velocidad, argumentando que hay otros factores de riesgo como la temperatura y la ergonomia. USDA, siglas del Departamento de Agricultura controla las lineas de plantas procesadoras de carnes pero solo con respecto a la inocuidad de las carnes. Ted Genoways, autor del libro “La Cadena: Fábrica de Animales y el Destino de Nuestra Comida”, que revela una investigacion de plantas de carne del medio oeste, dijo: “El argumento de USDA desde hace tiempo es que no monitorea la seguridad del trabajador pero que esta se asegura con el proceso de inspección, lo que crea un punto de fricción”. Algo absurdo cuando USDA ha reducido por ejemplo el número de inspectores en las plantas de pollos.

A pesar de la cirugia y, del dolor, se le negó a Teresa la opción de consultar otro médico, hasta se le dijo «Vas a tener que vivir con ese dolor por el resto de tu vida”. Cuando se embarazó, ni siquiera la dejaban ir al baño. Cuando ya no pudo trabajar le dijeron que su seguro “no paga por dolor” y solo se le dió una indemnización de $1,700 dólares. Ahora apenas trabaja, queda en casa cuidando a sus 3 hijos. Recomienda a todos salirse de ese trabajo. Pero a veces hasta eso es dicil. Si reportas lesiones, o pierdes el trabajo o no lo consigues. Además, dijo Gabriel, otro tabajador de Nebraska, “te despiden, apenas das muestras de cansancio o de dolor”.

El año pasado Oxfam también publicó un reporte acerca de las condiciones en que trabajan los trabajadores de plantas de pollos: “La Vida en la Cuerda, El Costo Humano de Comer Pollo Barato”…

 

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