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El agua potable que se bebe en Estados Unidos anda contaminada, ya no sólo hay que preocuparse por el plomo también por el teflón…Así lo revela un nuevo estudio, aquí un resumen:

Seis millones de estadounidenses en por lo menos 33 estados están siendo expuestos a sustancias químicas industriales peligrosas como los PFOAs (siglas en ingles del ácido perfluorooctanóico) según un estudio publicado recientemente en el Jornal de Documentos de Ciencia y Tecnología Medioambiental.  «Y estos datos son apenas un comienzo» dijo el doctor Philippe Grandjean, coautor del estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard.

Según detalles del reporte del Washington Post, 194 de los 4.864 proveedores de agua de casi tres docenas de estados arrojaron niveles detectables de las sustancias químicas. Sesenta y seis suministros de agua que sirven a cerca de seis millones de personas, revelaron tener al menos una muestra que excede el límite de seguridad recomendado por la EPA (siglas en inglés de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (70 partes por billón de PFOS o ácido perfluorooctanosulfónico y PFOAs).

Los compuestos PFOA y PFOS que incluyen el C8 popularmente conocido como Teflón, son extremadamente peligrosos para la salud humana. «Casi todos los estadounidenses están expuestos a estos compuestos, nunca se degradan, una vez que se liberan en el medio ambiente allí quedan para siempre» declaró Xindi Hu, autor del estudio de la Universidad de Harvard al Boletín Charleston Gazette. Este boletín también dice que las personas se pueden enfermar incluso cuando se exponen a niveles menores a los límites permitidos.

Esta es la base de la polémica batalla legal de más de un año contra DuPont, la gigante compañía de químicos que creó el producto y desechó sus residuos por décadas a sabiendas que eran peligrosos.  DuPont voluntariamente ya no produce el producto, ni en Estados Unidos ni en Europa, pero ahora otras empresas lo producen en Asia.

Los datos de contaminación para unos 100 millones de personas o un tercio de la población estadounidense son casi inexistentes, por lo que el número de personas expuestas a estas peligrosas sustancias puede ser aún mayor y las consecuencias severas.