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La Unión Europea acaba de prohibir dos herbicidas asociados a la infertilidad, problemas reproductivos y desarrollo fetal; lo que constituye la primera prohibición de pesticidas que se sabe son disruptores hormonales. Aún quedan más por prohibir, aquí un resumen de la noticia:

Es buena noticia que estos disruptores hormonales se prohiban en Europa, es mala noticia que se usen en Estados Unidos….potencialmente contaminan el campo, el agua, los alimentos. Uno de ellos se llama atrazina, un producto de la manufactura multinacional suiza Syngenta. Se usa en los campos de maíz de Estados Unidos, es el 2do herbicida que más se detecta en las aguas de Estados Unidos.

La EPA (siglas en inglés de la Agencia de Protección del Medio Ambiente) ha detectado atrazina repetidas veces, en niveles que exceden las cantidades permitidas para los bebés y niños. Según el New York Times, 33 millones de estadounidenses han estado expuestos a la atrazina sólo por beber agua.

La capacidad disruptiva hormonal de la atrazina ha sido científicamente documentada, especialmente por el notable biólogo Dr. Tyrone Hayes de la Universidad de Berkeley California, quien demostró que la atrazina afecta el sistema reproductivo de los sapos. En el 2010, Hayes y su equipo expusieron 40 sapitos machos a la atrazina, en 2.5 partes por billón, un diez por ciento de ellos (4) se convirtieron en hembras.

Atrazina es el 2do herbicida más usado en Estados Unidos después del glifosato, ingrediente del Roundup de Monsanto.Se usa aproximadamente 30 millones de kilos anuales en los campos de cultivo de Estados Unidos.

Algunos agricultores han decidido reducir el uso de estos peligrosos herbicidas cambiándose a técnicas de producción orgánica o usando estrategias de manejo de la maleza. El gobierno, en vez de apoyar estas estrategias apoya la agricultura a gran escala que si utiliza peligrosos herbicidas y pesticidas, que contaminan aguas, ríos, lagos….

La EPA está revisando las regulaciones con respecto a la atrazina, pero la evaluación no estará lista hasta el 2017. Se espera que la agencia reconozca los daños que causa la atrazina y restrinja su uso.