Read or watch original article from Medscape news here
En un lenguaje algo más simple, un resumen de la opinión del Dr. David Johnson, profesor y jefe de gastroenterología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia del Este, de Norfolk Virginia.
Existen 6 azúcares artificiales que se comercializan en Estados Unidos, se encuentran en una amplia variedad de alimentos.y a veces hasta se recomiedan a pacientes con diabetes u obesidad, por el hecho de que no proven calorias debido a que no se absorben. Pero en realidad estas azúcares artificiales no son buenas, es más, son dañinas para la salud.
El Instituto de Ciencias Weizmann realizó un estudio de 4 semanas con ratones a los que se le dió sacarina, sucralosa (Spenda) y aspartame (NutraSweet), tres de las azúcares artificiales más comercializadas, y se les comparó a otros ratones alimentados con glucosa y sucrose, dos azúcares que si se absorben. Se encontró que aquellos ratones alimentados con azúcares artificiales presentaron un desorden de regulación del control glicémico. (control del azúcar). De los 3, sacarina fue la peor. Incluso se comparó con otro estudio que usó una menor cantidad de sacarina y el resultado fue el mismo.
Probiótico o Prebiótico, Puede este efecto estar relacionado con la Microbioma?. Sabemos que las azúcares fermentan. Lo fermentado puede ser presentado al intestino y. la microbioma del intestino puede usar este fermento para regular ciertos mecanismos a través de la degradación y hasta pueden tener un efecto probiótico. Pero las azúcares artificiales o no calóricas pueden más bien ser tóxicas (efecto prebiótico) al atacar buenas bacterias, creando más bien malas bacterias en un proceso llamado disbiosis intestinal. Incluso al grupo que se le ofreció azúcares artificiales se les dió también antibióticos los que revirtieron el control glicémico al atacar las «malas» bacterias. Esto demuestra la relación con la microbioma.
Mas aún, se observó lo que llamamos metagenómica, cambios en los procesos reguladores si cambian las bacterias. Se encontró un incremento de la degradacion del glycan, especialmente en el grupo que usó sacarina. Este proceso está asociado a la diabetes y a la obesidad. Los mismos cambios se observaron con el proceso que metaboliza los almidones, la sucrosa, la fructosa, la manosa, el folato o ácido folico.también cambios en la biosíntesis del glycerol y las grasas. Los ratones que no recibieron sacarina no mostraron estos efectos. Para ser más exactos se detectó, con la ingesta de azúcares artificiales, un aumento de bacterias pertenecientes al genus Bacteroides y clostridiales (malas), y más bien bajas en Lactobacilus reuteri (buenas).
Pruebas en Humanos: Usando datos de pacientes, se identificó 381 NO diabéticos (44% hombres) y observaron la asociación del control glicémico y la ingesta de azúcares artificiales. Se encontró que quienes usan estas azúcares mostraban un aumento en la Hemoglobina A1c (=pre diabetes), se redujo la intolerancia a la glucosa, se observó el deterioro de la glucosa en ayunas, el incremento del radio de la cintura con relación a las caderas, todas caracteristicas de lo que se denomina síndrome metabólico. También se encontró que los efectos estaban relacionados a la dosis, a mayor consumo mayores efectos. Hasta se encontró efectos de seria intolerancia a la glucosa en 4 de 7 pacientes que consumieron dosis permitidas de sacarina, según la USDA (siglas en inglés del Departamento de Agricultura de EUA). Más: cuando los participantes descontinuaron la sacarina y volvieron a dietas normales, la tolerancia a la glucosa volvió a su normalidad. Hasta se realizó un transplante fecal de los pacientes a los ratones, los ratones que recibieron material fecal de los pacientes con intolerancia a la glucosa, también desarrollaron intolerancia a la glucosa.
Profundo Efecto: Queda claro que el uso de estas azúcares artificiales no solo es erróneo, sino que incrementa el riesgo de los males que se ha creído pudieran prevenir. Médicos que recomiendan estas azúcares deben corregirse, especialmente si los pacientes padecen ya de diabetes u obesidad. Las azúcares artificiales son lobos con piel de cordero.