Read original news by Katherine Paul, Associate Director of Organic Consumers Association
El pasado Febrero 13, la USDA (siglas en inglés del Departamento de Agricultura de Estados Unidos) aprobó la primera manzana transgénica a pesar de oposición pública, aquí el resumen de esta noticia:
Se llama la Manzana del Ártico, que incluye variedades delicia y “granny”, y ha sido desarrollada por Okanagan una industria canadiense. La FDA (siglas de la Administración de Drogas y Alimentos), dice que apenas va a conducir una revisión “voluntaria”, antes de que se use en restaurantes e instituciones (escuelas, hospitales), sin estudios a corto o a largo plazo de los posibles impactos en la salud humana.
¿Por qué hay que preocuparse?
En abril del 2013 se entrevistaron a unos científicos con respecto a la ingeniería genética que ha creado esta Manzana del Ártico, la que no se oxidará cuando se corta, mejor dicho que el único beneficio para los consumidores será comer manzanas sin saber cuan viejas son.
Los científicos Jack Heinemann (Universidad de Canterbury, Nueva Zelandia), Sarah Agapito-Tenfen (Universidad Santa Catalina, Brazil) y Judy Carman (Universidad Flinders, Australia del Sur) explicaron que la tecnología usada para desarrollar estas manzanas se llama Interferencia del ARN, nunca ha sido estudiada (la ingesta) y por lo tanto puede ser riesgosa.
Como quiera que esta interferencia de ARN del alimento, en este caso de esta manzanas “Frankenstein” entrarán el sistema sanguíneo y por ende a las células de los consumidores, estudios de seguridad deberían hacerse antes de poner estas manzanas en el mercado para probar si son seguras o no. No existe hasta hoy ningún estudio de seguridad de estas manzanas.
Más bien si se ha reportado estudios que prueban que la transferencia ARN si se transmite de plantas a humanos o animales a través del alimento. La industria de biotecnología dice que el ADN o el ARN de ingeniería genética se destruyen en el aparato digestivo eliminando sus posibles peligros. Pero otros científicos opinan lo contrario, dicen que ese ARN transferido presente en un alimento transgénico puede sobrevivir la digestión en el estómago y los intestinos, e incluso entrar a la sangre y los tejidos del cuerpo donde pudieran influenciar el funcionamiento de las células de una persona.
Además los científicos señalan que las manzanas transgénicas necesitarán un más alto uso de plaguicidas justamente en las manzanas que ya usan unos 42 tipos de plaguicidas según un análisis realizado por Pesticide Action Network (Red de Accion de Plaguicidas). ¿Cómo así?. Resulta que el compuesto químico que detiene la oxidación en la fruta a través de la manipulación del ARN, es el mismo que sirve contra plagas. Si se compromete la habilidad de la planta de defenderse de insectos, tendrá que aplicarse aún más insecticidas. Estos finalmente nos contaminarán ya sea por comer estas manzanas o por el aire que respiramos o el agua que tomemos si estamos en lugares cercanos a los sembríos.
¿Qué va a pasar ahora?
Ronnie Cummins, Director de la Asociación de Consumidores Orgánicos, declaró a Reuters que los consumidores serán “conejillos de indias” una vez más por la falta de pruebas de seguridad de esta peligrosa tecnología y por la exposición a más plaguicidas y todo por tener manzanas que no se oxiden.
Los padres de familia deberían estar muy particularmente preocupados, ya que estas nuevas manzanas transgénicas se venderán libremente sin etiquetado especial, no habrá manera de distinguirlas. La única opción que queda es comprar manzanas orgánicas certificadas.
Por eso es importante tomar acción y seguir insistiendo en el Congreso por el etiquetado de transgénicos.