Read original press release from the Organic Consumer Association blog here
Una nueva organización sin fines de lucro de Estados Unidos ha publicado una investigación acerca de cómo la Gran Industria de Alimentos manipula a los medios, a la opinión pública y a la política para defender los alimentos y cultivos GM (genéticamente modificados o transgénicos), aquí un resumen del comunicado de prensa que aparece en el web de la Organización de Consumidores Orgánicos de Estados Unidos:
Desde el 2012, la campaña publicitaria para defender los transgénicos y sus pesticidas que los acompañan, le ha costado a la industria agroquímica y de alimentos procesados más de 100 millones de dólares. La campaña ha estado orientada a mentir al público acerca de la seguridad de los transgénicos, a obstaculizar los esfuerzos para obtener el etiquetado (solo 64 países tienen etiquetado) y por supuesto extender sus ganancias. La campaña está en manos de Ketchum, una firma que se ha encargado de que los medios publiquen noticias positivas acerca de los GMs.
¿Qué se esconde?:
- Las compañías agroquímicas tienen ya un historial de mentirle o no dar a conocer los riesgos de los transgénicos al público, esto hace ya muy difícil que se crea en ellas.
- La FDA (siglas en inglés para la Administración de Drogas y Alimentos) no es quien hace las pruebas para ver si los transgénicos son seguros. Son las mismas compañías las que someten sus “estudios” para ser aprobados.
- La falta de legislación para los OGMs en Estados Unidos se debe a la campaña justamente en contra de legislación adecuada del Vicepresidente Dan Quayle’s . La campaña está diseñada deliberadamente a favor de Monsanto, una de las multinacionales agroquímicas.
- La campaña de defensa a los transgénicos usa las mismas tácticas que usó la industria de tabaco para defender los peligrosos cigarrillos.
- Ketchum es una firma rusa (en favor de Rusia y su presidente Putin) para la industria agroquímica, pero no para los transgénicos. ¿Porque tendríamos que confiar en ella?
- Los grupos y personas involucradas en la industria agroquímica tienen ya records de defender lo indefendible, otros están envueltos en escándalos, otros en conductas que no inspiran confianza.
- Las tácticas que usa la industria agroquímica son repulsivas. Incluyen ataques a otros científicos, periodistas, además de “lavarle el cerebro” a los niños.
- Aliados de la industria agroquímica están infiltrados en importantes puestos, usan su poder, a veces corrupto, para expandir los mercados y las ganancias de los transgénicos.
- La mitad de las Seis Firmas Agroquímicas ni siquiera pueden sembrar transgénicos en sus propios países!!!. Alemania y Suiza por ejemplo no permiten semillas GMs de BASF, Bayer ni de Syngenta.
- Monsanto, quien opera en St. Louis Missouri, Estados Unidos, apoya el etiquetado de transgénicos en el Reino Unido, pero no en Estados Unidos. Inexplicable el hecho de que crean que los británicos se merecen mejores derechos que los estadounidenses.