Read original post by Dr. Marion Nestle from her blog here
Las negociaciones de los tratados de libre comercio se cuidan mucho de cada palabra que se usa en sus documentos (y es que hay intereses), la Dra. Nestle nos da un ejemplo, aquí un resumen:
Un reporte dijo que la FAO está desarrollando guías para inversión responsable en la agricultura y los sistemas alimenticios. Ellos dicen que es esencial para promover la seguridad alimentaria y el derecho a alimentos adecuados dentro del contexto de la seguridad alimentaria nacional. La inversión responsable es una significativa contribución particularmente para grupos minoritarios, marginados y vulnerables, creando trabajo decente para los trabajadores en la agricultura, erradicando la pobreza, promoviendo la equidad de géneros, eliminando las peores formas de explotación de los niños, promoviendo la participación social, la inclusión, incrementando el desarrollo económico y así obteniendo un desarrollo sustentable.
Las guías responden a la preocupación acerca de la “toma de tierras”, el término que se usa para describir como las corporaciones y los gobiernos se apoderan en países en desarrollo de grandes territorios a pesar de las consecuencias para los que pueblan las tierras.
La toma de tierras desplaza a los pequeños agricultores, este es el foco de defensa de Oxfam. En contraste, dice la FAO, la inversión responsable contribuye a la seguridad alimentaria y a la nutrición de la siguiente manera:
Incrementa la producción y productividad sustentable de alimentos seguros, nutritivos, diversos y culturalmente aceptables reduciendo perdidas y desperdicio de alimentos.
El problema aquí es qué significa “culturalmente aceptable”
La delegación estadounidense demanda una definición de este término y objeta que esto puede constituir una barrera, por ejemplo, para los alimentos genéticamente modificados. Incluso hasta sugiere para propósitos del documento, que el pueblo “libremente” a través de lo que escoge determine qué alimentos son culturalmente aceptables.
De manera que, por ejemplo, la Sal “si alguien la compra, está bien”.
Las delegaciones africanas han fingido comprometerse.
Según la versión actual del documento, “los alimentos culturalmente apropiados” permiten que los consumidores escojan promoviendo lo que dentro del contexto de este documento se entiende como alimentos que correspondan a la demanda y preferencia individual y colectiva, de acuerdo con la ley nacional e internacional según se aplique.
Bueno parece que la FAO es muy clara….