Read original story by Eric Steinman here

“Pink Slime” se ha convertido en el símbolo de las nauseantes carnes modernas de su plato. Aquí un resumen del artículo de Eric Steinman:

Las protestas en cuanto a esta carne se han escuchado fuertes y claras. Las escuelas, la industria de comida chatarra y las procesadoras de carnes, han tratado de distanciarse de este aditivo que deja un sabor amargo en la cada vez más fuerte antipatía a las carnes. Algunas plantas procesadoras hasta han cerrado.

Pero en cualquier esquina se encuentra otro aditivo o proceso industrial de animales capaz de destruir el apetito. Hace unas semanas fue la llamada “tuna scrape” (residuos de tuna), y ahora “meat glue” (goma de carne). El nombre en sí ya es repulsivo. “Meat glue” es esencialmente una enzima en polvo, llamada formalmente transglutaminasa (TG) y fibras de carne, para “pegar” cortes de res y cerdo para hacer formas uniformes de tamaño de bistecs más grandes. El proceso es impresionante igual que el resultado, pero para nada apetitoso.

La preocupación es que el aditivo que “pega” se usa para engañar a los consumidores, pues convierte cortes pequeños y baratos de carne en un gran bistec o en un filete miñón. Ajinomoto de Norte América y Fibrimex, quienes fabrican el aditivo dicen que este sólo se aplica a una fracción de las carnes que se venden en EEUU. Típicamente se usa, según ellos, para los bistecs que se sirven en restaurantes, en los casinos o en los cruceros. Hay también preocupación por contaminación y enfermedades, muchos críticos dicen que se necesita cocinar muy bien (el consumidor a veces no lo requiere así). Sin embargo oficiales de salud dicen que la enzima y el proceso de pegar las carnes es segura.

Pero esto no convence a todos, obviamente menos a la población vegetariana. Cuando uno empieza a considerar la industria cárnica desde la matanza, la crianza del animal y los cortes de las reses, o los cerdos, realmente hay razón para protestar por ese proceso de pegar carnes con una enzima para el deseado bistec o chuleta. Vamos a pensar en estos detalles y hacernos de la vista gorda a la entera operación de poner carnes en nuestros platos? A veces simplemente preferiríamos no saber. Quizá es hora de revisar nuestro sistema digestivo.