Read article by Robert Lowes from Medscape Medical News here
Catorce médicos del Sur de Florida, EEUU han sido acusados como miembros de lo que un agente la Agencia Federal de Investigaciones llama: “la organización criminal más grande de la nación” que implica la distribución ilegal de analgésicos opioides como el oxycodon. Trece de los médicos, junto a otros 19 individuos, enfrentan cargos federales que incluyen desde conspiración para distribuir estas sustancias controladas hasta lavado de dinero. El catorceavo médico, el Dr. Gerald J. Klein, ha sido acusado en corte en Agosto 18, entre otros cargos, homicidio en quinto grado en la muerte de un hombre con una sobredosis masiva de hidromorfina y alprazolam que el Dr. Klein le había prescrito según las autoridades.
Los catorce médicos trabajaban en 4 clínicas de manejo del dolor, que según los cargos que fueron hechos públicos en Agosto 23, se han revelado como piezas de una película de gánsteres. Drogadictos y traficantes de drogas, muchos de otros estados, llenaron las salas de espera, ya sea peleándose entre ellos, o con convulsiones inducidas por las medicinas. Los guardias de seguridad trataron de mantener el orden. Los analgésicos opioides (de opio) fueron dispensados y prescritos en base a una línea de ensamblaje, fueron pagaron con cash o tarjetas de crédito. Empleados de la clínica llevaban el dinero al banco en grandes bolsas. Durante un periodo de 2 años, las clínicas recolectaron más de $40 millones de dólares de esta venta ilegal dijo un jurado federal
Los médicos prosperaron en el proceso, según la denuncia. Los dueños de las clínicas les pagaban según cuantos pacientes veían a diario, lo que fluctuaba entre 40 a 100 al día. El médico promedio ganaba de esta manera más de $1 millón de dólares al año. Los cargos dicen que los médicos prescribían analgésicos opioides sin base de necesidad médica, y realizaban artificios para que no parezca así. Antes de la visita por ejemplo, los pacientes eran dirigidos a un establecimiento mobil de resonancia magnética que operaba los 7 días de la semana hasta pasada la media noche en el estacionamiento de un club de desnudez.
Los dueños de la clínica reclutaban cuidadosamente a médicos que aceptaban su plan de negocios. Los solicitantes no necesitaban de experiencia en manejo del dolor, solo tener la disposición de escribir notas cada 10 minutos. Durante la entrevista de empleo, “a los médicos se les preguntaba si aceptarían prescribir grandes cantidades de oxycodone, Xanax y otras sustancias controladas”.
Una vez reclutados, los médicos recibían instrucciones de los dueños en la cantidad del medicamento para el dolor que cada paciente debía recibir. Ellos también aceptaron no sacar a los pacientes de grandes dosis, ni el referirlos a los centros de desintoxicación o a los expertos en adicción. Uno de los médicos no identificados dijo a uno de los investigadores que la meta era mantener al paciente “feliz”.
Dueño de la Clinica, un Convicto
La organizacion criminal descrita en el cargo federal se extiende más alla de las 4 clínicas del dolor, a dos farmacias, un mayorista farmacéutico que proveía a los medicos de la clinica con los medicamentos para el dolor, el establecimiento de resonancia magnetica, ventas por internet de ilegales esteroides anabólicos y un negocio fraudulento de acciones. Encabezan la empresa, según los cargos, dos hermanos: Jeffrey George y Christopher George, el segundo ya ha estado en prisión por cargos de drogas. Los hermanos George también abrieron una clínica del dolor en Georgia y estaban pensando ya expandir sus operaciones en el Oeste según los cargos. En el mundo de las clinicas del dolor en el sur de Florida, los hermanos George fueron brutales, alega el reporte, conspiraban directamente en actos de vandalismo contra otras clinicas de la competencia. Los 2 hermanos, junto a dos co-conspiradores, han sido acusados con el secuestro y asalto de un sospechoso ladrón.
El gobierno federal construyó el caso en contra de los hermanos George y sus cómplices en parte por grabaciones con uno de los médicos y la intercepción del celular de Christopher George.
«El significado de este caso es que hemos desmantelado a la organización más grande de la nación envuelta en la distribución ilegal de medicinas para el dolor” dijo John Gillies, un agente especial encargado del caso de Miami. De los 32 acusados, solo Christopher George y el farmacéutico Steven Goodman, dueño de la compañía mayorista farmacéutica, han entrado apelaciones hoy. Según los records de la corte, ambos se han declarado no culpables.
Expansión Criminal A las Farmacias
En total 32 individuos han sido acusados en las cortes federales del Sur de Florida como parte de lo que las autoridades llaman Operación Linea Oxy. El Departamento de Justicia de los EEUU recientemente ha perseguido a los refinadores de píldoras y a los médicos que las prescriben en otras partes del país, pero Florida es uno de los más grandes en tamaño.
Gary Boggs, un supervisor y agente especial de la Oficina de Control en la Agencia de Control de Drogas, dijo a Noticias Médicas Medscape que Florida es el epicentro de “las mafiosas clínicas del dolor” Una de las posibles razones de porqué Florida es un imán para la producción de píldoras es la alta proporción de ciudadanos de edad avanzada, dijo David Melenkevitz, otro vocero de la agencia.
«La población atraería a una gran comunidad médica, doctores, farmacias, hospitales” dijo Melenkevitz a Noticias Médicas Medscape. «De manera que hay muchos en las profesiones médicas que los traficantes de drogas pueden corromper”. Los cargos notan que durante el periodo de los alegados cargos (del 2006 a Marzo del 2010), Florida carecía de un programa de monitoreo de prescripciones similar al usado en otros estados para detectar el abuso y uso de fármacos. Florida pasó una ley en el 2009 autorizando este programa, pero según la Agencia de Control de Drogas, por su web de hasta Mayo del 2011, el programa de Florida aún no está en completa operación.
Otra ley emitida en el 2010 prohíbe a convictos ser dueños de clínicas de manejo del dolor y limita a las clínicas de dispensar no más medicamentos por 72 horas a pacientes que pagan cash. Esto es porque es más difícil para las agencias de control hacer rastreos que cuando se usan tarjetas de crédito. El hacer más difícil para los dispensadores de píldoras comercializar los medicamentos para el dolor en Florida ha causado que los dueños abran más farmacias, dijo Gary Boggs. La empresa de los hermanos George incluye dos farmacias, según los cargos. El Departamento de Justicia esta siguiendo a otras operaciones de píldoras en otros estados. Cuatro médicos, un psicólogo y 12 farmacéuticos que trabajaban justos en 26 farmacias de Michigan fueron convictos a inicios de este mes por fraudes en el Medicaid y Medicare en conexión con la distribución ilegal de sustancias controladas.
Responsabilizando a los Médicos por las Sobredosis.
El caso del Sur de Florida demuestra la disponibilidad de las autoridades de responsabilizar a los médicos por las muertes causadas por sobredosis y por su trabajo en el comercio de las pastillas, Hace varias semanas, dos médicos que antes practicaron en Colorado fueron acusados en la corte del Distrito Federal de Prescripciones ilegales que causaron cuatro muertes.
Con este caso del Sur de Florida, el jurado estatal dió un paso más al acusar al Dr. Klein de la muerte en primer grado del joven de 30 años Joseph Bartolucci. Se acusa a Dr. Klein de prescribir a Bartolucci, un paciente frecuente, 150 pastillas de 8 mg de hidromorfina, 30 de 2 mg de alprazolam y 30 de 25 mg de nortriptilina en el 2009. Bartolucci adquirió las prescripciones de hidromorfina y alprazolam el mismo día y fue encontrado muerto al día siguiente, según los cargos. La autopsia atribuyó la muerte a los fármacos.
El jurado del estado ha acusado a Jeffrey George por muerte en segundo grado por la muerte de Bartolucci. George, Dr. Klein y un tercer acusado enfrentan varios otros cargos por tráfico de fármacos. Autoridades federales y estatales están agresivamente siguiendo a los médicos títeres de estas operaciones, pero los médicos que prescriben analgésicos opioides en buena fe, no tienen nada que temer, dijo Melenkevitz.
«No estamos detrás de los médicos que prescriban equivocadamente en un mal día” dijo. “Estamos detrás de los traficantes de medicinas que están operando fuera del marco de la medicina regular” «Estos son traficantes con mandiles blancos” agregó Boggs.