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Los Estados Unidos tienen uno de los índices más altos de diabetes en el mundo desarrollado, y este mal se está esparciendo mucho más rápido que en otras naciones ricas según un reciente estudio publicado en el Lancet.
Siempre he asociado nuestro problema de diabetes con un continuo crecimiento del consumo de endulzantes desde los inicios del 80, ocasionado por el jarabe o glucosa de maíz, un endulzante mucho más barato y hoy más común azúcar de caña. Pero otro puede ser el culpable: la exposición a ciertos plaguicidas y otros químicos tóxicos. Un nuevo estudio revisado publicado en Diabetes Care, encontró una fuerte relación entre el inicio de la diabetes y los niveles en la sangre de unos químicos industriales conocidos como “contaminantes orgánicos persistentes”, muchos de los cuales han sido prohibidos en Estados Unidos por años pero aún continúan en nuestros alimentos (persistentes quiere decir que se degradan muy lentamente).
Los químicos con los mayores efectos eran los PCBs, una clase de químicos altamente tóxicos usados como enfriadores industriales que desaparecieron en 1979. Curiosamente, la corporación que manufactura más PCBs en los Estados Unidos, Monsanto, sabía de los peligros a la salud mucho antes que se prohibieran. Los insecticidas órgano clorinados, otro grupo de populares insecticidas hoy mayormente prohibidos, también han mostrado una influencia significativa en los índices de diabetes.
Los investigadores identificaron un grupo de 725 suecos de edad avanzada sin diabetes y los ha seguido por cinco años, estudiando el nivel de estos contaminantes en su sangre. Treinta y seis de ellos contrajeron Diabetes tipo 2 y eran justamente los que tenían niveles de estos contaminantes más altos en la sangre. Los investigadores dicen que el número es muy pequeño pero que los resultados son similares a otros donde se sugiere la conexión plaguicidas/diabetes. “La evidencia de esta relación está creciendo” dijo a Reuters David Carpenter, director del Instituto de Salud y el Medio Ambiente en la Universidad de Albany.
Décadas después de que estos químicos han sido prohibidos, están los estado unidenses aún expuestos? Evidentemente si. Aunque los niveles han bajado siguen siendo significativos. En un estudio del 2010 publicado en Perspectivas de la Salud Medio Ambiental, los investigadores encontraron rastros de los químicos en los supermercados de Dallas. En un largo artículo, principal del estudio, Emily Elert de Scientific American escribió: Estudios recientes arrojan un perfil de un legado de contaminantes en los alimentos de EEUU, abundantes rastros de químicos en cantidades minúsculas que continúan en los alimentos, estos a veces están solos o combinados con otros. Incluídos están el DDT y otros insecticidas menos conocidos: órgano clorinados, al igual que químicos industriales como los bifenoles policlorinados o PCBs (siglas en Inglés) que fueron usados hasta fines de 1970 en equipos eléctricos.
Cómo es que estos terribles químicos siguen causando problemas décadas después de haber sido prohibidos? Los contaminantes se acumulan en los tejidos adiposos de los animales, y se transfieren a quienes los devoran incluyendo a los humanos quienes comen carne y pescado. En la cría industrial de animales, el ganado vacuno se alimenta de alimentos que incluyen grasa animal, lo que ayuda a que los contaminantes continúen en la cadena alimenticia. “Alimentamos a los cerdos y a los pollos con grasa de la vaca” dijo un experto a Elert. La común practica de alimentar con desechos de pollos, excremento de pollos, plumas, pollos muertos y más desechos que incluyen productos de la misma vaca al ganado vacuno e industrial es una manera de que estos químicos se reciclan en la cadena alimenticia. ¿Porqué la industria de animales lleva esas prácticas de alimentación? Simplemente porque es barato.
El salmón de criaderos (“farmed”), también contiene significantes niveles de estos terribles químicos, especialmente PCBs. El estudio de los supermercados de Dallas encontró que el salmón de criadero tiene los niveles más altos de PCBs que ningún otro alimento estudiado. Estudios anteriores habían ya arrojado los mismos resultados. Un documento de Science del 2004 encontro niveles de PCBs en salmón criado siete veces más altos que el salmón silvestre por lo que advirtió a las personas a limitar el consumo de salmón de criaderos. .
Dados estos resultados la relación con la diabetes emerge, parece ser una buena idea limitar el consume de carnes y pescados criados industrialmente. La era de los químicos como los PCBs son solo parte del problema. Otra nueva clase de químicos llamados retardantes de llama polibrominados (PBDEs siglas en Inglés) también parece entran en nuestros cuerpos a travez de las carnes industriales según recientes estudios publicados en Perspectivas de Salud Medio Ambiental. Estas toxinas se están dejando de usar pero están presentes en todo desde muebles hasta telas, y en el equipo usado en el proceso de las carnes. PBDEs “se acumula en el hígado, los riñones y la glándula tiroides y son conocidos como disruptores endocrinos, estos también están relacionados a la diabetes según el reporte.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA siglas en Inglés) que vela por la seguridad de las carnes, parece incapaz de abordar el problema. Dos veces desde el 2008, el inspector general de USDA le ha reprochado a la agencia por no adecuadamente estudiar los plaguicidas, antibióticos, metales pesados y otras toxinas. Siempre presionada por la industria y ahora con la crisis financiera, dudo que USDA va a continuar haciendo pruebas pronto. Productos contaminados con tóxicos, y residuos que posiblemente causan diabetes pueden ser una vez más el costo oculto de lo que pagamos por mantener este modelo de negocio de la industria de las carnes. Esta es una mala noticia en una nación cuyo consumo de carne por persona es de 300 gramos al día.
Saludos Dra Ana Maria desde aqui de Venezuela, despues del grato compartir de saberes en el encuentro de experiencias de trueke en la ciudad comunal Laberinto en el estado zulia, he quedado gratamente sorprendido sobre todo lo que necesitamos saber para cambiar nuestros habitos alimenticios y buscar una alimentación saludable