Traducido del artículo titulado Brazil: Ambición por Etanol en Tierra Guaraní por Sean Power, investigador de NACLA
En Octubre del 2009, Genivaldo y Rolindo Vera, dos jóvenes profesores de los Guaraní Kaiowá, desaparecieron del rancho de Sao Luiz en Mato Grosso un estado del Sur de Brazil. Ellos eran primos, habían participado con otros 23 Guaraní Kaiowá en la recuperación de su rancho, parte de su tierra ancestral. Dos días más tarde, empleados del dueño del rancho les dispararon forzándoles a huir. El cuerpo maniatado de Genivaldo fue encontrado días más tarde en un río cercano, su cabeza destrozada. Rolindo desapareció ese mismo día después de habérsele visto corriendo por el lugar. Sus restos no han sido encontrados, aunque muchos sospechan que se lo han llevado a Paraguay para matarle.
Estos son los actos de violencia que les ocurre a diario a los Guaraní, el grupo más numeroso de indígenas de Brazil con una población de unos 45,000. Desde 1950, tanto el gobierno federal como otros ciudadanos privados han despojado a los Guaraní de Mato Grosso do Sul de casi todas sus tierras. Sus territorios hoy son casi irreconocibles, los han convertido en criaderos de ganado, sembríos de soya y recientemente sembríos de caña de azúcar para la producción de etanol. El contener esta expansión multiplicada de la industria del etanol de caña de azúcar que va devorando las tierras indígenas, no está en la lista de tareas de la Presidenta electa Dilma Rousseff, quien tomará las riendas en Enero del 2011. Por el contrario, una de sus campañas promete expandir la industria.
Brazil habia garantizado el título de propiedad de sus tierras a los indígenas en su Constitución de 1998. Para muchas personas como los Guaraní Kaiowá de Mato Grosso do Sul, este derecho aún no se ha hecho realidad. Desde el advenimiento de grandes intereses de negocios en sus tierras hace unas décadas, se ha forzado a los Guaraní a vivir en una pocas reservas populosas establecidas en 1920, en un puñado de territorios por los que han obtenido títulos, en tierras en disputa, y hasta en las laderas de las carrreteras.
Este confinamiento les ha hecho casi completamente dependientes del gobierno federal por alimentos, el promedio de vida es 27 años menos que el promedio de la nación. Ellos también tienen uno de los más altos índices de suicidio en el mundo. La mayoría de los hombres Guaraní hoy trabajan como trabajadores de la caña de azúcar en sus tierras nativas, mientras líderes y otro sin número de personas han sido asesinados por defender sus derechos. Estas injusticias hicieron que la organización internacional defensora de los indígenas Survival International diera una alerta a la situación de este grupo, considerado “una de las peores de todas las personas indígenas de América” en un reporte de Marzo del 2010 sometido al Comité de Segregación Racial de las Naciones Unidas.
Los Guaraní han continuado con la reafirmacion de los derechos a sus tierras, más recientemente en el 2007, cuando 23 de sus líderes firmaron un acuerdo con la Fiscalía General del Ministerio de Justicia, y la Fundación Nacional del Indio (FUNAI), pidiendo la inspección de 36 areas Guaraní y la demarcación de siete grandes territorios de los alrededores. La tierras se supone debieron haber sido retornadas a los Guaraní en Abril del 2010. Hasta hoy ninguna de las áreas ha sido examinada por FUNAI debido a la intimidación física de sus agentes por los empleados de los dueños y las más de 80 apelaciones legales hechas por los dueños y las municipalidades
Desafiantes, muchas comunidades Guaraní Kaiowá empezaron a ocupar sus tierras tradicionales en Abril del 2010. Frecuentemente se les ha enfrentado con violencia y abusos de sus derechos humanos. Desde su arribo en el rancho São Luiz en Abril —la misma propiedad de donde desaparecieron los jóvenes profesores en Octubre del 2009, todos los miembros de los Guaraní Kaiowá han sido rodeados de empleados del dueño armadas. De esta manera se les ha imposibilitado el dar o recibir ningún tipo de ayuda, que no sea el paquete ocasional de alimentos de los empleados del FUNAI. En Octubre 20 los Guaraní Kaiowá recibieron otro duro golpe cuando un juez federal ordenó el desalojo del rancho en apenas diez días. Tan terrible ha sido la carencia de alimentos, agua, asistencia médica y educación que la organización de Derechos Humanos Amnistía Internacional inició una campaña de escribir cartas a favor en Septiembre del 2010.
El creciente interés en sus tierras para la producción de etanol ha entorpecido mucho más la lucha de los Guaraní Kaiowá’s por los derechos a sus tierras. Un líder de Dourados manifestó a Survival International “nuestra última demarcación aquí en Noviembre/Diciembre del pasado año ha sido revertida. Creo que tiene que ver con la llegada de la caña de azúcar a la región. De seguir así el conflicto por la tierra va a empeorar”. Ambrosio Vilhalva el actor principal del galardonado film de los Guaraní Kaiowá, Birdwatchers (Cuidadores de Aves) extendió este punto diciendo: “Las plantaciones de azúcar de caña están exterminando a los indígenas. Nuestras tierras se reducen cada vez más. Las plantaciones están matando a los Indios”
Hasta Marzo del 2010, habían 20 fábricas de caña de azúcar en Mato Grosso do Sul; 13 de ellas en tierras reclamadas por los Guaraní. Se planea abrirán cuatro más en territorio Guaraní a fines del 2010. Del 2007 al 2008, 51,000 hectáreas adicionales de plantaciones azúcareras se propagaron en el estado, un incremento del 32%.
La expansión de las plantaciones de caña de azúcar es parte de la meta del gobernador de Mato Grosso do Sul Andre Pucinelli, para convertir este su estado en el mayor productor de etanol en el mundo. Hasta el final amenaza no conceder a los derechos de propiedad acordados en el 2007 de los Guaraní con el gobierno. También ha refutado los reclamos de tierras de los Guaraní, como lo ha expresado en Abril del 2009. “Ellos no desean las tierras que FUNAI les quiere dar. Los indios quieren menos tierras y más programas sociales”
El gigante multinacional de energía Royal Dutch Shell se ha posicionado en medio de las luchas de los Guaraní al firmar un negocio de $12 billones en conjunto con el más grande productor de azúcar y etanol de Brazil, Cosan, en Septiembre del 2010. Luego se reveló que Cosan está usando tierras oficialmente reconocidas de los Guaraní. Shell ha declarado que ha discutido el asunto con Cosan y planea entrar en conversaciones con el Juez General de Mato Grosso do Sul y FUNAI acerca de “posibles soluciones”.
Un defensor del etanol de caña de azúcar, el presidente Lula de Brazil, prometió devolver títulos de la tierras en una reunión a puerta cerrada con 23 líderes Guaraní a fines de Agosto del 2010. En esta reunión, Lula prometió conversar con el presidente de FUNAI y pidió que la policia resguarde el trabajo de inspección para poder establecer los puntos limítrofes de las tierras Guaraní. El también expresó su disposición a comprar tierras para los Guaraní confinados a campamentos, aunque esta opción fue rechazada por estas comunidades. En una carta dirigida a Lula por líderes de dos comités Guaraní, ellos ponderaron este punto diciendo: “Sr. Presidente, por favor no prometa nada sólo haga que nuestras tierras sean marcadas. No estamos pidiendo, estamos demandando nuestros derechos . . . ”
Si esta historia sirve de alguna guía, la lucha de los Guaraní Kaiowá continuará luego que pase la presidencia de Brazil a Dilma Rousseff en Enero. Como muestra de sus prioridades administrativas, la resolución de las disputas de las tierras indígenas no ha sido parte de las promesas de la campaña de Rousseff. Mas bien han sido las presiones domésticas e internacionales que hicieron que Lula entre en este litigio.