Resumido y traducido de un artículo de John Palca: “Un pez explica las tonalidades del color de nuestra piel”

Aunque los humanos y los peces son aparentemente dos diferentes especies, “compartimos herramientas genéticas que nos enseñan cómo nuestros genes han cambiado en nuestra propia evolución”. Así lo dice David Kinsley, genecista de la Universidad de Stanford quien agrega que “los humanos somos parte de una gran cadena de relaciones que es lo que produjo todos los organismos que vemos a nuestro alrededor”

Para estudiar estas relaciones Kinsley estudia y cría variedades de un pez espinoso: el stickleback como modelo en nuestra evolución. Estos peces vivían en los océanos hasta hace 15,000 años, pero por los cambios de los glaciares se tuvieron que mudar a nuevos hogares y tuvieron que cambiar a variedades de nuevos colores y formas para adaptarse a estos nuevos hogares. Kinsley ha identificado los genes responsables de estos cambios de color que podrían explicar cómo los humanos que dejaron África 100,000 años atrás también fueron cambiando de color.

“Los humanos venimos de los peces (y no al revés)” dice el Dr. Kinsley y “esa relación es probablemente la razón de que mecanismos descubiertos en un organismo predicen frecuentemente lo que pasa en otros organismos”. Nosotros los humanos tenemos versions similares de estos genes que continuamos pasando a nuestros descendientes. Entonces todos compartimos herramientas genéticas que se re-utilizan en diferentes maneras no sólo en el color de nuestra piel pero también en otros cruciales rasgos, como el lenguaje y el cerebro que nos diferencian de otras especies.